Probablemente, los frenos sean el elemento de seguridad más importante del coche y uno de los fundamentales de nuestro coche. Tanto, que incluso desde la Unión Europea, Japón y otros veinte países se ha realizado un acuerdo para hacer obligatorios los sistemas automáticos de frenada de emergencia (AEB) antes de 2020. Así, todos los coches y vehículos ligeros de transporte que se pongan en circulación tendrá sistemas de este tipo funcionando en bajas velocidades (60 km/h o menos). Esta normativa afectará a unos 20 millones de coches nuevos cada año. No obstante, no habrá que adaptar los coches los vehículos antiguos. Según la Comisión Europea, este sistema automático de frenada podría ayudar a evitar más de 1.000 muertes y 120.000 accidentes cada año en Europa.
Por tanto, la seguridad que proporcionen los frenos es siempre bienvenida, y por ello hay que tener siempre a punto estos elementos del coche. Si crees que empiezas a tener problemas con los frenos, que chirrían o que no frenan tan bien como deberían, lo ideal es que pidas cita en el taller para revisarlos y ajustarlos en caso de necesitarlo. Hoy en Blog Autingo te contamos todo lo que necesitas saber y te resolvemos las dudas que puedas tener acerca de los frenos de tu coche.
¿Cómo funcionan los frenos de mi coche?
El objetivo primordial de un sistema de frenado consiste en transformar la energía del movimiento en energía térmica para obtener un deceleración o bloquear el vehículo al estacionarlo. Para ello, existen una serie de componentes de los sistemas de freno: un dispositivo de control, accionado por el conductor; una transmisión hidráulica (que hace de conector) y el propio dispositivo de frenado. Así pues, el pedal y los frenos están conectados por un circuito hidráulico, que se encarga de impulsar un gran cilindro cuya presión acumulada se transmite a la pastilla o a la zapata de freno; estas hacen presión contra el disco o el tambor reduciendo la velocidad del vehículo. El líquido viscoso utilizado en el circuito hidráulico es el denominado líquido de frenos.
¿Y cómo compruebo el líquido de frenos de mi coche?
El líquido de frenos es esencial para el sistema hidráulico de frenada, sin él la fuerza que a la que se somete al pedal de freno no sería transmitida a las pinzas, pastillas y discos. El punto de ebullición del líquido de frenos ha de ser muy elevado, ya que las temperaturas derivadas de la acción de frenar son muy elevadas. Para comprobar el líquido de frenos debes seguir los siguientes pasos:
- Con el motor apagado y frío, abre el capó, localiza el depósito del cilindro maestro del freno.
- Si la reserva del cilindro maestro es transparente, asegúrate que el líquido de frenos se encuentra entre los indicadores de mínimo “Min” y de máximo “Max”.
- Limpia la tapa del depósito para prevenir que entre suciedad al cilindro maestro.
- Comprueba el correcto nivel del líquido de frenos en la reserva. Si es necesario añade el tipo de líquido de frenos recomendado para su vehículo, normalmente DOT3 o DOT4. Por último, pon el tapón de nuevo.
Tipos de frenos para el coche
Existen distintos tipos de freno para un coche y que te contamos a continuación:
- Frenos de disco, que se subdividen en discos flotantes con pinzas fijas, discos ranurados con pinzas fijas, discos fijos ventilados con pinzas fijas y discos ventilados con pinzas flotantes. Estos son los frenos más eficaces. Funcionan de manera simple: al pisar el pedal de freno se libera un líquido que va a unos pistones que empujan las pastillas de freno. Estas generan fricción contra el disco y esto hace que la velocidad del coche disminuya progresivamente.
- Frenos de tambor, este sistema esta desapareciendo. Cuando pisamos el freno, un par de zapatas activan un tambor asociado a cada neumático que produce un rozamiento, que hace que se vaya perdiendo velocidad progresivamente.
- Frenos ABS, también llamado sistema antibloqueo de ruedas. Cuando pisamos el freno, los sensores de velocidad de las ruedas evitan que éstas se bloqueen y se mantiene la estabilidad en la conducción.
- Freno de mano, actúa en las ruedas traseras del coche, es el que usamos normalmente al estacionar el coche.
¿Cuándo debo revisar los frenos de mi coche?
Existen distintas situaciones en las que convendría revisar el sistema de frenos de tu coche para asegurarte de que todo está en perfecto estado y que no hay ninguna avería:
- Si aumenta la distancia de frenado: si las pastillas o los discos están muy desgastados, perderás eficacia a la hora de frenar, por lo tanto aumentará la distancia que necesitas para detener el coche y también puede causar derrapes.
- Sonido que es inusual: la causa de ruidos inusuales suele ser un desgaste de las pastillas de freno, debido a la fricción contra los discos. El chirrido también puede deberse a que la pastilla se ha cristalizado, lo cual suele ocurrir cuando abusas del sistema de frenos del coche.
- Vibraciones: si sientes vibraciones que no suelen ser normales, puede deberse a un problema de alineamiento de la dirección o en los rodamientos de las ruedas, también pueden estar causadas por una deformación de los discos de freno.
- Tirones: si al detener el coche notas tirones, puede deberse a un calíper que se ha atascado o a un desgaste desigual en las pastillas de freno.
- Cambio en el pedal de freno: Si notas un cambio en el tacto del pedal o en su recorrido, deberías revisar los frenos ya que podría no estar transmitiendo la presión necesaria para frenar con eficacia.
¿Cuánto cuesta cambiar las pastillas de freno?
Probablemente te estés preguntando cuál es el precio de cambiar las pastillas de freno de tu coche, ¿verdad? El precio medio para este cambio está entre los 80 y los 100 euros. Por supuesto, dependerá del modelo del coche y de si hay que realizar más intervenciones o no.
Ahora que ya sabes todo lo necesario sobre los frenos de tu coche, ¿a qué esperas para revisarlos y tener la seguridad de conducir un coche con los frenos en perfecto estado?
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